sábado, 16 de enero de 2010

No quiero salvarme

La sensación de leerme y no reconocerme en mis líneas no es nueva, incluso podría pensar que es una autoterapia de sentido circular válida para darme cuenta de que pese a todo sigo cambiando y estando en desacuerdo conmigo, que aunque interiormente la sensación de estatismo resiste y persiste puede existir, -porque no- una ínfima parte de mi ser que no esté conforme.


NO TE SALVES

"No te quedes inmóvil al borde del camino

no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.

No te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo

sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin
sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora

y te llenas de calma
y reservas del mundo

sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil
al lado del camino
y te salvas

entonces
no te quedes conmigo"


sábado, 9 de enero de 2010

Sobre el color de los pájaros

"Eran blancas las plumas de los pájaros y los animales



Azules son, ahora, los que se bañaron en un lago
donde no desembocaba ningun rio, ni ningun río nacía.

Rojos, los que se sumergieron en el lago de la sangre derramada
por un niño de la tribu kadieu.


Tienen el color tierra los que se revolcaron en el barro...



...y el de la ceniza los que buscaron calor en los fogones apagados.


Verdes son los que frotaron su cuerpo en el follaje...


y blancos los que se quedaron quietos"

 
Eduardo Galeano, "Los colores"


Claro que siempre estamos los que, indecisos
optamos por hacerlo todo...



viernes, 8 de enero de 2010

6:00 am

Sacás una idea de ahí, un sentimiento de otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: Te quiero. Total global: Te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor que sienten por sus esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque la aman, yo creo que es al vesre. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.

"Rayuela"